AENOR ha hecho entrega a Sacyr del certificado de Huella de Agua, convirtiéndose así en la primera empresa del sector de infraestructuras en obtener dicho reconocimiento.
La certificación, según la norma ISO 14046 para el cálculo y evaluación de la Huella de Agua, verifica el volumen de agua consumido de forma directa e indirecta en el propio proceso y, además, evalúa los impactos ambientales asociados, bajo un enfoque de análisis del ciclo de vida. Se trata de un certificado que pone de manifiesto la importancia de la correcta gestión de los recursos hídricos en las estrategias empresariales para la conservación del valor ambiental y social del agua, un bien escaso e imprescindible para el desarrollo sostenible.
La Huella de Agua de Sacyr abarca todas las actividades del grupo en todo el mundo. Analiza hasta 18 categorías de impacto según las cuatro metodologías más reconocidas a nivel internacional. Cuenta con un enfoque integral, dado que considera todos los impactos sobre los ecosistemas, la salud humana y los recursos relacionados con el agua.
El resultado de la verificación ha sido satisfactorio, dada la complejidad del proyecto por el elevado volumen de negocio y diversidad de actividades de Sacyr. Gracias a las desaladoras que operan a través de su filial Sacyr Agua, la compañía tiene un impacto muy positivo en zonas marcadas por un elevado estrés hídrico.
Sacyr tiene un claro compromiso con la gestión del agua. La compañía garantiza un modelo de negocio responsable y consciente de los límites del planeta. En el Plan Estratégico de Sacyr 2021-2025 se establecen líneas de acción para la protección, restauración y conservación de los recursos naturales, con un marcado objetivo en la mejora de la gobernanza y la correcta gestión de los recursos hídricos en las actividades que desarrolla.
En la fotografía, a la izquierda, Gonzalo Piédrola, director de AENOR para la Región Centro y EMEA, junto a Manuel Manrique, presidente de Sacyr.