La generación de residuos es uno de los retos ambientales más complicados al que se enfrenta actualmente la sociedad. Por eso, el Certificado Residuo Cero de AENOR acredita que las organizaciones valoricen sus fracciones de residuos, evitando que tengan como destino final el vertedero.
El abandono o la gestión de residuos inadecuada produce impactos negativos en el entorno, provocando contaminación en el agua, el suelo y el aire, afectando a los ecosistemas y a la salud humana.
La priorización de la prevención y la reducción, así como una buena gestión, permiten minimizar los residuos y convertirlos en recursos que contribuyan al ahorro de materias primas. Consiguiendo un efecto positivo sobre la conservación de los recursos naturales y los ecosistemas, y la sostenibilidad de nuestra actividad.
El modelo de la Economía Circular persigue invertir la pirámide actual de la gestión de residuos, maximizando las acciones de prevención y valorización de residuos (reducción, reutilización, reciclado y valorización energética).
La certificación Residuo Cero AENOR se enmarca en la línea de actuaciones de la OCDE, PNUMA (Agenda 2030), G20, Unión Europea y España, en lo relativo a Economía Circular.
Los requisitos de este esquema de certificación se enmarcan en la línea de actuaciones internacionales en lo relativo a Economía Circular, junto con otros certificados como el Ecodiseño, Fin de Condición de Residuo o Huella Hídrica entre otros.
Este esquema no implica la no generación de residuos sino una gestión organizada que permita reducir su generación, prepararlos para ser reutilizados y/o transformar el residuo en materias primas, reintroduciéndolas en la cadena de valor.
Entre los beneficios de este esquema de certificación, cabe destacar la optimización de los procesos de gestión de residuos disminuyendo los costes de gestión y obteniendo un ingreso extra por la gestión de estos materiales. Además, para empresas certificadas con la ISO 14001, aporta un valor añadido de acción concreta en materia de residuos.
Esta certificación permite a las organizaciones:
El esquema de certificación Residuo cero está desarrollado para cualquier tipo de organización que garantice la valorización (reutilización, reciclado o valorización energética) de los residuos que genera, evitando así la gestión mediante depósito en vertedero.
Una vez superado el proceso de verificación, la organización obtiene un informe de confirmación, que incluye las desviaciones, observaciones y oportunidades de mejora resultado del proceso. Asimismo, en caso de resultado satisfactorio, el cliente obtiene la marca Residuo Cero, junto con la Declaración de verificación en la que se indica el porcentaje de valorización de cada fracción de residuo incluida en el alcance.
Una vez superado el proceso de auditoría la organización obtiene:
Los primeros certificados en residuo cero de AENOR han sido otorgados a empresas de sector Retail, Agroalimentario y en la Industria de la Automoción.