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Análisis sensorial

Análisis sensorial

Laboratorio sensorial: evaluación sensorial para distintas industrias

Enfrentarse a un nuevo producto o a una modificación en la oferta ya existente puede derivar en cambios en los hábitos de consumo que los fabricantes no deben pasar por alto. El análisis sensorial permite conocer de antemano estas reacciones del usuario para que las marcas puedan tomar decisiones más acertadas.   

¿Qué es un laboratorio sensorial?

Las áreas de investigación, control de calidad y desarrollo de producto de las empresas recurren a diferentes herramientas con el fin de conocer las exigencias del consumidor y adaptarse a ellas. Entre las técnicas más empleadas para realizar este acercamiento al cliente potencial está el análisis sensorial.

Este método científico permite obtener información objetiva sobre algo tan subjetivo como la experiencia del consumidor en su relación con el producto. Para ello se aplica una metodología de ensayo que proporciona datos analíticos fácilmente extrapolables a otros aspectos relacionados con la fabricación, la presentación o la comercialización del producto.


Los análisis sensoriales de AENOR se desarrollan bajo la supervisión de personal cualificado y en un laboratorio sensorial que cumple con los siguientes requisitos:  

  • División de espacios en áreas de espera, preparación y cata bien diferenciadas entre sí.
  • Sala de catas adaptada a la norma "ISO 8589: 2007. Sensory Analysis- General Guidance for the design of test rooms."
  • Zona de almacenamiento con cámaras de refrigeración y congelación.
  • Zona de manipulación de muestras con las máximas garantías de higiene. 

Aunque el foco está en las particularidades del producto que se somete a estudio, lo verdaderamente relevante es su relación con el cliente. Los cambios en las preferencias de los consumidores afectan a su nivel de exigencia, por lo que conviene tener muy claro qué es lo que el cliente espera del producto en cada momento.

Estas expectativas se pueden aplicar tanto a los productos que aún no han salido al mercado como a aquellos que ya se comercializan. El alto nivel de detalle que puede alcanzar una evaluación sensorial permite a los fabricantes tomar decisiones más acertadas en lo referente al desarrollo del producto o realizar modificaciones en su oferta ya existente para adecuarla a lo que el cliente demanda.

Puesto que no todas las personas reaccionan igual frente a los mismos estímulos, es importante escoger una muestra de catadores realmente representativa: un panel de consumidores seleccionados o un panel de expertos con capacidades sensoriales previamente examinadas.  

Sea cual sea el nivel de formación y especialización de los jueces, estos siempre deben cumplir algunos requisitos básicos como:

  • Neutralidad ante al producto que deben probar (forma habitual no deben tener ninguna referencia sobre la marca para evitar opiniones condicionadas).
  • La ausencia de trastornos sensoriales o intolerancias/alergias al producto sometido a prueba, garantizando así la seguridad y la fiabilidad del proceso.
  • Buenas competencias comunicativas para aportar información detallada sobre su experiencia sensorial con el producto (textura, tamaño, aroma, apariencia, sabor, consistencia, temperatura…). 

Aunque el foco está en las particularidades del producto que se somete a estudio, lo verdaderamente relevante es su relación con el cliente. Los cambios en las preferencias de los consumidores afectan a su nivel de exigencia, por lo que conviene tener muy claro qué es lo que el cliente espera del producto en cada momento.

Estas expectativas se pueden aplicar tanto a los productos que aún no han salido al mercado como a aquellos que ya se comercializan. El alto nivel de detalle que puede alcanzar una evaluación sensorial permite a los fabricantes tomar decisiones más acertadas en lo referente al desarrollo del producto o realizar modificaciones en su oferta ya existente para adecuarla a lo que el cliente demanda.

Puesto que no todas las personas reaccionan igual frente a los mismos estímulos, es importante escoger una muestra de catadores realmente representativa: un panel de consumidores seleccionados o un panel de expertos con capacidades sensoriales previamente examinadas.  

Sea cual sea el nivel de formación y especialización de los jueces, estos siempre deben cumplir algunos requisitos básicos como:

  • Neutralidad ante al producto que deben probar (forma habitual no deben tener ninguna referencia sobre la marca para evitar opiniones condicionadas).
  • La ausencia de trastornos sensoriales o intolerancias/alergias al producto sometido a prueba, garantizando así la seguridad y la fiabilidad del proceso.
  • Buenas competencias comunicativas para aportar información detallada sobre su experiencia sensorial con el producto (textura, tamaño, aroma, apariencia, sabor, consistencia, temperatura…). 

Los estudios de producto que realiza el Laboratorio Sensorial de AENOR tienen aplicación en tres importantes áreas de negocio:

  • I+D+i

La evaluación de las particularidades sensoriales de un producto resulta esencial en las primeras fases de su desarrollo. El análisis sensorial de prototipos y formulaciones permite realizar los ajustes necesarios en el proceso de fabricación para garantizar el éxito de su lanzamiento al mercado.

  • Marketing

La influencia de la marca, su alcance o la intención de compra son aspectos que también se pueden determinar a través de la analítica sensorial. Esta información resulta de gran utilidad a la hora de valorar qué posición ocupa el producto con respecto a la competencia para diseñar campañas de marketing mejor orientadas.

  • Control de calidad

El producto evoluciona, y también lo hacen las expectativas del consumidor. La evaluación sensorial sirve como complemento a los análisis físico-químicos y microbiológicos que ayudan a conocer los cambios que experimenta el producto a lo largo de su vida útil. Resulta esencial para comprobar su calidad y realizar los ajustes que sean necesarios para mejorarla.   

Con el objetivo de aprovechar todo el potencial de esta metodología de evaluación, en el laboratorio de AENOR realizamos diferentes pruebas sensoriales:

  • Pruebas de consumo: permiten valorar la intención de compra del consumidor con respecto a un determinado producto.
  • Pruebas de preferencia y aceptabilidad: son un análisis comparativo entre dos o más muestras con el fin de identificar los atributos específicos que hacen que el catador escoja un producto en lugar de otro.
  • Análisis de penalización (Penalty Analysis): nos permiten identificar los atributos de un producto que más influyen en la opinión y preferencia de los consumidores, y cuáles tengo que modificar para mejorar mi posicionamiento.
  • Análisis de conjunto: no sólo los aspectos organolépticos afectan a la percepción del consumidor sobre un producto, otros aspectos como los valores nutricionales, los ingredientes o el tipo de envase afectan a la valoración que hace el consumidor de un producto. Esta prueba permite identificar la importancia de diferentes variables en las preferencias de los consumidores.
  • Análisis de conglomerados: esta prueba nos permite conocer e identificar grupos de individuos que poseen características similares o grupos de consumidores con distintos patrones de preferencia. Esta herramienta ayuda a identificar targets de población a la que queremos dirigir nuestros productos.
  • Perfil organoléptico: los perfiles organolépticos de un producto me permiten evaluar la homogeneidad de un producto en diferentes momentos de fabricación o a lo largo de su vida útil.
  • Mapping: esta herramienta aúna pruebas con consumidores y perfiles organolépticos, permitiendo relacionar el perfil organoléptico de un producto con las preferencias del consumidor. Es una prueba muy potente para explorar posibles nichos de mercado previamente al diseño de un producto.

Estos estudios sensoriales de AENOR se pueden llevar a cabo de varias formas:

  • Cata in situ: realizada en sala de catas normalizada, los jueces evalúan los productos en nuestras instalaciones, siguiendo los protocolos establecidos.
  • Modalidad Home Test: es un análisis individual en el que se pretende recrear las condiciones normales de uso del producto. Para ello, la persona seleccionada se lleva la muestra a su domicilio y la prueba durante un determinado período de tiempo. Este tipo de test permite realizar pruebas de mayor duración para analizar la percepción del cliente en tiempos más prolongados.
  • Modalidad Focus Group: es otra variante de la analítica sensorial en la que se emplea una dinámica de grupo. De este modo, los participantes pueden intercambiar opiniones sobre el producto que están evaluando, siguiendo las pautas de un moderador que se asegura de obtener la información más relevante para el estudio. 

El amplio catálogo de medios técnicos disponibles en AENOR Laboratorio facilita la adquisición de muestras en todo el territorio nacional y la realización de paneles con un alto grado de precisión. La base de datos de consumidores está en constante expansión y preparada para la realización de análisis con todo tipo de perfiles, incluidos los paneles infantiles. 

Las pruebas sensoriales tienen un carácter interdisciplinar que permite analizar un mismo producto desde diferentes perspectivas, sin perder nunca de vista cuáles son las expectativas del consumidor. Es un método científico de gran utilidad para los fabricantes: una de las claves del éxito empresarial está en esta conexión con el cliente.

Los análisis sensoriales de AENOR son una parte fundamental en las estrategias de marketing, diseño y comercialización de cualquier producto, y sus beneficios se manifiestan en varias áreas de la empresa:

  • Identificación de problemas o defectos concretos de un producto.
  • Elaboración de perfiles de sabor.
  • Conocimiento de las preferencias del consumidor.
  • Control de calidad sobre materias primas y formatos.
  • Valoración y alcance del producto en términos de formato, packaging o comodidad.
  • Monitorización del posicionamiento con respecto a la competencia.

La evaluación de productos a través del análisis sensorial es una práctica cada vez más extendida entre las marcas que buscan obtener una mejora competitiva a través del perfeccionamiento del producto. En el laboratorio de  AENOR ponemos a disposición del cliente todos los medios técnicos y humanos que posibilitan un proceso de evaluación sensorial adaptado a las características de cada estudio y a las normas de calidad que garantizan la validez de los resultados. 

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