El desperdicio de alimentos es una problemática mundial que atraviesa a todos los sectores de la sociedad actual y que, además de consecuencias ambientales, sociales y económicas, tiene un gran componente ético, ya que el 9% de la población mundial padece hambre.
Así, las organizaciones y agentes pertenecientes a la cadena agroalimentaria necesitan poner en valor los programas que desarrollan para prevenir y reducir el desperdicio de alimentos.
La certificación Desperdicio Alimentario Cero de AENOR reconoce a aquellas organizaciones que priorizan la buena gestión preventiva y la valorización de los excedentes que no es posible destinar a consumo humano, dentro del alcance definido, evitando su depósito en vertedero.
En respuesta a esta necesidad, dentro de su plataforma de confianza "Combatir el Desperdicio Alimentario" AENOR ofrece la solución Certificación Desperdicio Alimentario Cero, que ayudará a las organizaciones a:
Este sello distingue la efectividad de las medidas implementadas por las organizaciones para contribuir a la reducción del desperdicio de alimentos.
Entre los aspectos evaluados por AENOR se encuentran todas las acciones que una organización pone en marcha para prevenir la generación de excedentes, y cuando estos se producen, se evalúa su cuantificación y gestión para reducir al mínimo los alimentos que puedan acabar destinados a eliminación, así como una gestión eficiente de los residuos y el compromiso con la mejora continua..
Este sello distingue la eficacia de las medidas implementadas por las organizaciones para combatir el desperdicio de alimentos.
El modelo de certificación de AENOR permite que las empresas puedan poner en valor su esfuerzo y lograr una mejor conexión con el consumidor.
El éxito de esta iniciativa requiere cumplir con una serie de requisitos fundamentales, como son el de realizar un inventario detallado del desperdicio alimentario, identificando sus tipologías, cantidades, así como los procesos o actividades generadoras; establecer un balance de masas para rastrear la entrada y salida de alimentos en todas las etapas del proceso; priorizar acciones para reducir el desperdicio según una jerarquía establecida; calcular el porcentaje de producto con destino a eliminación en relación con el total de entradas de alimentos; desarrollar un plan integral de minimización del desperdicio alimentario y por último, implementar un sistema de gestión robusto para asegurar la conformidad con los requisitos establecidos.
Dentro de la metodología que hay que implementar, se establece que la Certificación AENOR Desperdicio Alimentario Cero se basa en cinco fundamentos:
La certificación Desperdicio Alimentario Cero está desarrollada para aquellas organizaciones que estén implicadas en la cadena agroalimentaria, desde centrales de manipulación de frutas y hortalizas, industrias, centros logísticos, gran distribución y puntos de venta, hasta establecimientos hoteleros y de restauración, entre otros.
Una vez superado con éxito el proceso de evaluación conforme a los requisitos establecidos, la organización obtiene la marca AENOR de Desperdicio Alimentario Cero, junto con la declaración de verificación en la que se indican los porcentajes de producto destinados a cada categoría de acciones para minimizar el desperdicio.
Una vez superado el proceso de auditoría la organización obtiene:
Primera empresa de distribución certificada por AENOR en Desperdicio Alimentario Cero
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