El solicitante deberá facilitar una serie de documentos técnicos, tales como manuales de instrucciones, ensayos de seguridad y compatibilidad electromagnética realizados por laboratorios autorizados, análisis de riesgos identificando los aspectos químicos, físicos, mecánicos, eléctricos y radiactivos, entre otros, que pudieran afectar al equipo o aparato.
Tras la revisión del expediente técnico, si el proceso es conforme, se procede a la emisión del certificado y a la concesión de la marca.