28 de mayo de 2020. AENOR ha otorgado a Argal Alimentación el certificado AENOR Protocolo frente al COVID-19 por sus buenas prácticas en la gestión de riesgos derivados del coronavirus, implantadas durante la crisis sanitaria y que implican la puesta en marcha de una batería de medidas encaminadas a proteger a sus trabajadores, asegurando, en todo momento, los altos estándares de calidad y seguridad alimentaria. El protocolo de Argal frente al COVID-19 alcanza a toda la cadena de producción y suministro: desde la entrada de materia prima a las plantas de fabricación, hasta la llegada del producto al cliente.
El Grupo Alimentario, en su compromiso por asegurar la seguridad y salud de sus trabajadores, ha implementado desde el pasado mes de marzo diferentes medidas para proteger a sus profesionales frente al SARS-CoV-2. Se trata de una serie de medidas principalmente de higiene, organizativas, formativas e informativas para minimizar el riesgo de contagio. Con estas medidas — aplicables tanto para el personal de la compañía como para sus proveedores y empresas colaboradoras— Argal quiere dar prioridad a los trabajadores, garantizando su salud y seguridad, además de contribuir con la sociedad a minimizar la expansión del virus.
Ahora, y gracias a este Certificado de Buenas Prácticas contra el COVID-19 impulsado por AENOR, Argal cuenta con un aval externo que respalda que estas medidas llevadas a cabo por la compañía y que forman parte de su Protocolo de Actuación son eficaces frente a los riesgos derivados de esta pandemia, cumpliendo además con las directrices establecidas por el Ministerio de Sanidad en materia de prevención e higiene sobre el COVID-19 para los servicios esenciales.
La metodología elaborada por AENOR supone un abordaje completo de la gestión por las organizaciones de los riesgos derivados del COVID-19, desde la gestión de los riesgos específicos de cada organización hasta la aplicación de protocolos alineados con los mismos. Además, se auditan acciones respecto a la gestión de la salud laboral, buenas prácticas de limpieza, correcto uso de productos químicos, buenas prácticas de higiene del personal, uso de EPI (Equipos de Protección Individual) e incluso, la formación y prácticas de su personal en el entorno privado, como la higiene de sus vehículos personales o el lavado de ropa. Igualmente, se examinan la formación e información hacia los trabajadores y la comunicación con las partes interesadas; así como la gestión de los residuos y medidas organizativas para minimizar riesgos. Todo ello, alineado con los planes de contingencia y continuidad de negocio.
La evaluación realizada por AENOR valora aspectos como la gestión de riesgos, la gestión de la salud en el trabajo, la formación/información y comunicaciones desarrolladas para dar a conocer esas buenas prácticas, las medidas organizativas (control de aforo, distanciamiento social, rutas de circulación alternativas, etc.), las medidas de protección (uso de equipos de protección individual), así como la intensificación de las buenas prácticas de limpieza e higiene, entre otros.
En definitiva, se trata de una certificación que impulsa la confianza entre todos los colectivos y supone un paso más hacia la recuperación económica y social de los efectos de la crisis del coronavirus.
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